Se estrena por YouTube, con acceso gratuito, la producción en tono de comedia de Celso Florance y Franco Doyen que apunta a cuidar el medio ambiente.

Los incendios en las islas llegaron a la producción audiovisual local. “Humedal” es el título del video ficcional que narra ese hecho que está en camino de transformarse en una catástrofe ecológica en una de las zonas de mayor biodiversidad de la región. El productor y guionista nacido en Rufino y residente en Rosario, Celso Florance, contó a Escenario cómo se gestó este trabajo de la productora Punch Cine narrado en tono de sátira y que tiene como protagonista a un empresario ganadero.  

El filme fue dirigido por Franco Doyen y se hizo acompañando a las agrupaciones El Paraná no se toca, STS Rosario, Fridays For Future Rosario, Rebelión o Extinción, Jóvenes por el Clima, P.I.A.R.A. y Taller de Comunicación Ambiental. Estas organizaciones, además de armar un mensaje colectivo sobre las quemas, asesoraron a la producción sobre la gravedad de la situación, los problemas que implican las quemas y sobre la flora y la fauna autóctona del humedal. “Humedal” estará disponible, con acceso libre y gratuito, a partir de hoy en YouTube, en el link https://www.youtube.com/channel/UC_w3v83QHZqzqJ-rueI9qAg. 

—¿Cómo surgió la idea de hacer este video?   

—La idea de este video de comedia y ficción surgió de la indignación que nos generaron y nos generan las quemas en la isla, y de la necesidad de sumarnos a la gente que desde hace años viene difundiendo y movilizándose por esta situación increíble. Desde Rosario sentíamos, en pleno aislamiento por el Covid-19, un humo cada vez más denso, más intenso y más recurrente, y a lo largo de los años no lo habíamos sentido nunca así. Pensábamos incluso que era algo transitorio. Pero lejos de ser transitorio, todos los días se agravaba. Hace poco más de dos semanas nos acercamos a agrupaciones ambientalistas que nos contaron sobre la verdadera magnitud de las quemas. El humo, según nos contaban, es el efecto más visible que se siente en todo Rosario, con todos los terribles problemas para la salud que implica porque en Rosario tenemos el humo más contaminado del mundo en la actualidad. Pero además, nos contaban que ese no era el problema más grave, sino que el más grave es el daño irreversible que se está provocando al ambiente y la pérdida de una biodiversidad única en el mundo. Como comunicadores y realizadores de cine, pensamos que desde nuestro lugar podíamos ayudar a que se visibilice más la situación. 

—Siendo un tema tan grave y trágico, ¿por qué se eligió narrarlo como una sátira? 

—Además de este video satírico venimos produciendo hace dos semanas videos informativos para que compartan desde las agrupaciones, y lejos de desentendernos de la gravedad de todo, nos comprometimos desde el principio con todo lo que está a nuestro alcance. Desde una comedia exagerada, disparatada y paródica creemos que podemos acceder a más gente y extender más el mensaje que proponen las agrupaciones. Al final del video, ellos y ellas dan un mensaje colectivo informando sobre la situación y pidiendo por la Ley de Humedales.  

—¿Por qué eligieron que la historia sea protagonizada por un empresario ganadero, culpable de las quemas? ¿Qué contacto tiene este personaje con la realidad?  

—Es acertado señalar que el protagonista de nuestra ficción es un empresario ganadero y que los intereses que operan detrás de las quemas son económicos. En las islas viven comunidades de pequeños productores ganaderos, que son laburantes y ejercen una ganadería que es amigable con el ambiente, que es sustentable. El problema no son definitivamente ellos ni ellas, que son laburantes, nosotros creemos – a partir de las charlas con las agrupaciones- que el problema son personas que difícilmente alguna vez hayan pisado o pisen las islas. Nuestro personaje está vestido como si fuera en una expedición de safari a las islas y no tiene nada que ver con los pequeños productores que allí residen. Nuestro video de comedia es hiper exagerado, pero en este caso, la realidad supera ampliamente la ficción.  

—¿Cómo fue el proceso de grabación en plena pandemia? 

—En el proyecto trabajaron quince personas en una forma de trabajo colaborativa, horizontal y sin escalafones que funcionó muy muy bien. Casi todo el equipo son egresados recientes de carreras de cine y manejaron un nivel de profesionalismo técnico altísimo. El director Franco Doyen es un artista muy prolijo y con mucho tacto, que en el pasado fue poeta y organizador de ciclos de poesía, de allí su prolijidad y parsimonia. Se usaron cámaras de alta calidad, se grabó en un estudio cinematográfico dedicado y el trabajo de escenografía fue muy laborioso pero increíblemente delicado. La directora de arte Carla Castelli hizo una maqueta a escala de Rosario, el río y el humedal.  

—¿Cómo implementaron las medidas de higiene y seguridad?

—Producir en tiempos de pandemia fue complicado, pero el proyecto se llevó a cabo siguiendo exhaustivamente el Protocolo para la Prevención de la Propagación del Virus Covid-19 en la Industria Audiovisual de Santa Fe en todas sus etapas: reuniones y casting por videoconferencia, llegadas escalonadas, hubo una Estación Covid donde se tomaba la temperatura, se hacía desinfección de manos, pies y equipos, se firmaban declaraciones juradas de síntomas, la producción entregaba barbijos a todos y todas y máscara protectora para la maquilladora. Se instruyó y asesoró a todos y todas sobre cómo seguir el protocolo.  

—En el mundo cada vez hay más producciones audiovisuales enfocadas en el medio ambiente, como “Rotten”, “Mission Blue”, “Cambio radical”, “Bill Gates bajo la lupa”, “A Plastic Ocean”, “Waterschool”, “Cómo cambiar el mundo” y “La verdad incómoda”. ¿Creés que en Argentina falta indagar en este género? ¿Había que esperar una catástrofe así para incursionar en el medio ambiente? 

—Este proyecto es una ficción de comedia. Creemos que desde la ficción es desde donde más podemos extender el mensaje. Sabemos que hay compañeros y compañeras que vienen haciendo un trabajo documental y de registro excelente en el humedal y particularmente por esta situación. Desde la productora el tono de nuestros proyectos apuntó siempre a lo grotesco, a la parodia y a la risa. Creemos que hoy podemos contribuir desde este lugar para a los fines de la concientización, para que se genere un cambio propositivo y urgente.   

—¿Cómo imaginás que impactará este material? ¿Hay intereses políticos detrás de las quemas? 

—Esperamos que sea bien recibido por las y los espectadores. La comedia siempre es un móvil para generar cambios y ese es nuestro objetivo principal. Junto con las agrupaciones sumamos voces desde la comedia y desde lo documental para comunicar la necesidad de una Ley de Humedales, espacios tan importantes para poder convivir con la naturaleza de forma sustentable. Nuestra idea es también llegar a los actores que tengan injerencia sobre el tema. Puede haber intereses políticos detrás de las quemas, pero sin duda creemos que hay intereses económicos y de un sistema de producción basado en la explotación de las tierras de fondo.

Fuente: La Capital de Rosario