Entre Tancacha y Fotheringham, Ángel Meunier perdió la vida este corredor de Turismo Carretera junto a su acompañante Umberto Lorenzetti en un terrible accidente ocurrido el 16 de Enero del año 1965.

La Cupesita Dodge se desplazaba a 200 kms por hora, perdió el control y se estrellaron en una alcantarilla, se trataba de una competencia denominada la 2º edición de la semana de la velocidad, fueron dos etapas la primera donde pierden la vida los pilotos mencionados, tenían que cubrir Carlos Paz- San Francisco y al otro día la segunda etapa. Aquel fatídico día también participaba de la prueba Marcos Ciani, quien al enterarse de la muerte de su primo abandonó la prueba.

En el lugar del accidente se ha construído un monumento recordando aquel fatídico día.

En la foto se puede observar a Amilkar Frizzo realizando tareas de mantenimiento en el monumento, en el año 2018. Desde hace años allí está el monolito que se levanta a un costado de la ruta 6.

En el año 2008, la Municipalidad de Rufino le hizo entrega a Amilkar Frizzo en Hernando de una plaqueta de agradecimiento en nombre del pueblo de Rufino.

En una publicación aparecida en el Diario La Voz, el 28 de enero de 2008, hace referencia a esta historia:

El monolito. Frizzo recordó la primera vez que tomó conciencia del lugar que evoca la tragedia. “Fue hace tiempo. Venía viajando por la ruta 6 y poco antes de llegar a Fotheringham veo que sobre el monolito había una palma de flores frescas. Me detuve porque me sorprendió el contraste entre lo descuidado del lugar y las flores. Decidí en ese mismo momento sacar los yuyos, pero como tenía poco tiempo me fui. A los pocos días regresé e hice otros arreglos. Volví nuevamente para hacer otras cosas y así lo fui haciendo siempre a través del tiempo”, expresó. “Ya hace más de 20 años que vengo y me atrapa este lugar. Por más que esto sea un esparcimiento para mí, sé que hay algo que va más allá, algo que nace del espíritu y que es difícil de explicar”, agregó Frizzo, en el año 2000, cuando este diario le preguntaba el porqué de esta tarea voluntaria de mantener un monumento olvidado en el que nadie reparaba y con el personalmente no tenía nada que ver.

Frizzo aclaró que nunca había dicho nada de su tarea porque su intención “no era buscar el agradecimiento de la familia ni de nadie sino solo responder a algo que, de adentro, me decía que lo tenía que hacer”.

Desde que este vecino de Hernando lo descubrió, el monolito dejó de ser una simple construcción de cemento para transformarse en un predio cercado y cuidado, con un gran cartel que brinda los datos de los desaparecidos.

La fatídica alcantarilla cuenta con una placa de mármol en la que se puede leer: “Esta alcantarilla fue la última bandera a cuadros en la carrera de la vida de Ángel y Humberto”. La construcción está totalmente rodeado de flores. Todo es obra de Amilkar Frizzo.

Miguel Meunier (hijo del desaparecido piloto), en el año 2000 se encontró por primera vez con Frizzo, en un emotivo momento. Los familiares del piloto se enteraron de la obra gracias a un amigo de Frizzo, que fue el que se encargó de avisar lo que estaba haciendo silenciosamente desde hacía 20 años.

La historia de la tragedia. La carrera en la que Meunier y su copiloto perdieron la vida se denominó “Segunda edición de la Semana de la Velocidad”. El hernandense Alberto Romero, autor del libro Historia del automovilismo de Hernando, recopiló los datos del accidente: “El 17 de enero de 1965 se disputaba la primera etapa de la competencia con un recorrido de 426 kilómetros uniendo las ciudades de Villa Carlos Paz y San Francisco. En una recta llegaría el instante trágico de la carrera. Ángel Rosel Meunier marchaba por una recta de pavimento en las cercanías de General Fotheringham. De repente el auto se estremeció y se cruzó. Anduvo de costado como 200 metros hasta que fue paulatinamente saliendo del camino. Bajó a la banquina, pasó cerca de una alcantarilla y fue a dar de costado contra otra. El auto quedó totalmente destrozado”.

El piloto y su acompañante murieron instantáneamente. El motivo de la pérdida de control del coche lo habría causado alguna falla en el diferencial.

Meunier era una figura muy popular del deporte santafesino de esa época y un personaje histórico para Rufino.