Hoy en Argentina hay más de 4 millones de hogares que no cuentan con servicio de gas de red y utilizan gas licuado de petróleo por medio de la garrafa. En ese marco, el Socialismo propone declarar a esta última como servicio público para que las tarifas puedan ser reguladas por el Estado.
El diputado nacional del Bloque Socialista, Enrique Estévez, presentó hoy un proyecto en el Congreso para que se declare servicio público al conjunto de actividades que comprenden la industria y comercialización de gas licuado de petróleo (GLP) en el territorio nacional. “Hoy en la Argentina 1 de cada 3 hogares no tiene acceso al gas de red y la familia debe utilizar garrafa para cocinar y calefaccionarse”, manifestó el legislador socialista para explicar la importancia de su proyecto, y acotó: “Por eso resulta urgente que el Estado sea el regulador de las tarifas de las garrafas y que los sectores vulnerados no estén a merced de los precios del mercado”.
La realidad es que dichos sectores están pagando altos costos por este servicio; por ejemplo, en las estaciones de servicio de YPF ubicadas en la localidad de Moreno (Provincia de Buenos Aires) la garrafa de 10 kilos se vende a $720, cuando –con los aumentos autorizados por la Secretaría de Energía desde el 1 de junio- las garrafas de 10 kilos debiesen tener un precio de $435,18.
«La declaración de servicio público implica la posibilidad de que el órgano de control fije las tarifas de toda la cadena en función de los costos y de una rentabilidad razonable y principalmente que los pueda controlar», explicó Enrique Estévez, y disparó: «La discusión es simple; al precio de las garrafas o lo fija el Estado o lo siguen haciendo las petroleras».
De esta manera, el proyecto prevé que el Poder Ejecutivo fije un cuadro tarifario para cada una de las etapas desde la producción hasta la comercialización, pero también será quien deberá establecer un sistema de distribución que garantice la universalidad del servicio.
“Tenemos que equiparar esta enorme desigualdad existente entre los sectores que tienen gas de red, y que además poseen subsidios, cuestión que estamos de acuerdo por eso acompañamos el proyecto de Zona Fría, y sectores de menores recursos que carecen de ese beneficio”, indicó el dirigente socialista y contó que “también hay poblaciones enteras en el interior del país que no gozan de dicho subsidio porque no tienen conductos de gas”.
Si bien el Gobierno Nacional creó el Programa Hogares con Garrafas, el cual subsidia el precio de las mismas, esta medida alcanza a 2,3 millones de hogares, que representan cerca del 60% de los consumidores de este producto. Es que según el último censo, más de 4.5 millones de hogares de la Argentina utilizan el gas licuado de petróleo.
“El subsidio actual resulta insuficiente, primero porque hay un gran universo de personas que no son beneficiadas con el mismo y segundo porque no estamos trabajando el problema de raíz, que es la necesidad de un Estado presente que se encargue no sólo de regular las tarifas, sino que en muchos casos también se hace fundamental poder garantizar la distribución”, expresó el diputado del Frente Progresista.